lunes, 8 de agosto de 2011

Abuelito dime tu


Nadie sabía que ir a Suiza es mi ilusión desde que era pequeña. Creo que no lo sabía ni yo. Como siempre dice @sr_woof yo he vivido muchas vidas. Seguramente no me acordaba porque este sueño es de la primera.

Cuando tenía 6 años estuve muy enferma y tenían que ponerme una inyección cada día. Era una época triste, cuando había teléfonos fijos y correo postal. Cuando jugábamos en la calle y los Pecos te taladraban el cerebro por la UHF.
Unos tiempos en los que cuando te tenían que pinchar venía un señor al que le llamaban "el practicante". Él intentaba hacerse el simpático pero a mi no me la colaba. Una sonrisa nunca ha funcionado conmigo (bueno, sí, pero ese es otro tema).

La cuestión es que para que se me pasara el disgusto y el berrinche cuando se iba me regalaban un cuento de Heidi. Queridos familiares....no veíais que esto era horrible? Me estabais programando como a los perros de Pavlov. Jeringuilla --> cuento de Heidi. Podría haber sido yonki por vuestra culpa, descerebrados!

Por suerte no pasó nada, por favor obviad los gintonics, son un mal menor. Tantos capítulos de Heidi no podían dejarme intacta, no?
Son muchos los motivos por los que pienso que estoy loca y que no soy muy normal. Pero al fin y al cabo qué es ser normal? Veamos lo que dice Punset.

Así que, amigos, simplemente celebremos que el momento ha llegado. Por fin podré ver las montañas, los abetos y con suerte algún San Bernardo. Intentaré no beberme el barrilito, I promise.



No hay comentarios:

Publicar un comentario